¿Qué tipos de créditos existen en Uruguay?

Un crédito es una operación financiera a través de la que una persona o normalmente entidad cede a otra un monto de dinero, a cambio de que esta última se lo devuelva, junto con los intereses generados y devengados, en los términos y condiciones establecidos por el préstamo.  De esta forma, aquél que cede su dinero recibe el nombre de acreedor, y aquél que debe devolverlo se denomina deudor

¿En qué se diferencia con los préstamos?

Mientras un préstamo facilita todo el dinero solicitado de una sola vez en el momento de su concesión, en un crédito el banco pone a disposición del cliente una cantidad de dinero, que puede utilizar en función de sus necesidades, disponiendo de toda la cantidad prestada, de una parte o nada. Por lo tanto, un crédito es una forma de financiación más flexible.

Tenés que saber que los intereses de un crédito son más altos que los de un préstamo. Solo se pagan intereses por la cantidad utilizada, aunque puede haber una comisión mínima sobre el saldo no dispuesto. Además, a medida que devuelvas el dinero podrás seguir disponiendo de más, siempre y cuando no superés el límite fijado.

Por lo general, a diferencia del préstamo, el crédito se renueva cada año para seguir permitiendo que el cliente use esa línea de financiación cuando lo necesite.

Las figuras habituales para obtener financiación a través de un crédito son la tarjeta de crédito y la póliza de crédito o línea de crédito, que se suele articular a través de una cuenta corriente en la que se pueden hacer ingresos y retiradas de fondos hasta el límite concedido.

Si querés saber lo mejor para ti, tenés que saber que generalmente los créditos se suelen usar para cubrir desfases entre cobros y pagos por parte de las empresas, para afrontar períodos puntuales de falta de liquidez o para compras concretas. En cambio, los préstamos suelen utilizarse para financiar la compra de un bien o servicio.

¿Qué tipos de créditos existen en Uruguay?

El primero a mencionar es el crédito hipotecario, el crédito por excelencia. Lo otorga una entidad financiera para la adquisición de una propiedad ya construida, un terreno, como también para la construcción de viviendas, oficinas y otros bienes raíces, con la garantía de la hipoteca sobre el bien adquirido o construido, la cual no podrá ser vendida hasta su levantamiento. Normalmente es pactado para ser pagado en el mediano o largo plazo (15 a 30 años).

Para solicitarlo requiere de una serie de requisitos, tanto personales como de ingresos económicos. Las tasas de interés son las menores del mercado, y los plazos los más largos.  ¿Y qué caracteriza al crédito hipotecario? Te preguntarás. La respuesta es que el monto de dinero que otorga la entidad se debe utilizar para la compra o realización de una casa en un terreno que ya tengas, o la adquisición de un terreno. La garantía es una propiedad inmueble. 

En segundo lugar, están los créditos comerciales. Son los orientados hacia las PyMEs o empresas, son llamados también créditos productivos, por los cuales las empresas se financian y se fondean para un determinado fin, por ejemplo, compra de materias primas o ampliación de planta fabril. El plazo sería mediano a largo plazo con un destino específico, como los hipotecarios. En este caso la garantía puede ser las ventas de la empresa o, por ejemplo, la maquinaria que se compra.

En tercer lugar mencionamos los créditos de consumo. Se trata de un monto de dinero que otorga el banco a personas para la adquisición de bienes o pago de servicios, y que normalmente es pactado para ser pagado en el corto o mediano plazo (1 a 4 años).

Existen también las tarjetas de crédito, créditos prendarios (financiamiento especializado para la compra de un vehículo nuevo), créditos educativos (otro especializado para el pago de matrículas o aranceles universitarios).

Existen muchos créditos, así como préstamos. Si querés una atención más personalizada podés acceder a nuestra web de Alprestamo, en la cual siempre encontrarás algo que se ajuste más a tus necesidades. 

Pero, ¿qué debés tener en cuenta antes de solicitar un crédito?

Lo primero, pensá cuál es tu fin, qué grado de endeudamiento tenés y cuál es tú capacidad de pago en tiempos y tasas de interés.

Identificar el crédito que más se ajusta a tus necesidades te permitirá organizar de una manera más eficiente tus finanzas, tanto para alcanzar su meta como para pagar la deuda con la entidad en los tiempos pactados.

Aquí te dejamos algún punto clave que tenés que tener en cuenta a la hora de comparar distintos créditos y tomar una decisión: 

  • Tasa de interés: debés identificar si la tasa de interés que te ofrecen es fija, variable o mixta. 
  • Plazo del crédito: establecé el tiempo durante el cual deseás manejar tu crédito, ya que muchas veces la tasa de interés se fija en función de ello. 
  • Costo Anual Total (CAT): considerá tanto la tasa inicial de interés y cualquier otro interés que se pague al final del plazo del crédito. 
  • Monto total a pagar, teniendo en cuenta la tasa de interés, las comisiones y costos extras. 
  • Tiempos forzosos: consultá bien las condiciones en que te ofrecen el crédito, ya que algunas instituciones, pasado un plazo determinado, deciden variar las condiciones del crédito y la tasa. 

Entonces, ¿te conviene o no pedir un crédito?

Obviamente debés tener en cuenta tu situación personal: ¿Estás en condiciones de pedir un crédito? ¿Cumplís los requisitos de alguno de ellos? ¿Te conviene pedirlo ya o esperar? ¿Tenés la capacidad para hacer frente a los intereses? ¿Lo necesitás?

Estas son algunas de las preguntas que tenés que hacerte a la hora de tomar una decisión. Pedir un crédito, siempre que estés en las condiciones de hacerlo, puede ser algo positivo ya que es una manera más rápida de conseguir lo que querés: pagar la matrícula universitaria de tus hijos, comprar un auto…o cualquier cosa que precises. 

Si tenés más dudas sobre esto, en nuestro blog hablamos de distintos créditos, préstamos, así como te brindamos consejos sobre cómo hacerlo de la mejor manera posible. 

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