La población joven es un sector con muchas posibilidades de desarrollo en el que se depositan expectativas ya que será la generación futura para dirigir el país y aprender de los errores del pasado. Pero no todos tienen las mismas posibilidades; hay muchos jóvenes que no consiguen trabajo fácilmente ni tampoco cuentan con la posibilidad de estudiar una carrera.
Es por eso que las políticas públicas son muy necesarias para poder igualar a este sector y que cada vez más jóvenes puedan tener un futuro mejor y prometedor.
Tal es así, que Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) es la primera política pública dirigida a la población joven que por diferentes circunstancias de exclusión no tenía un empleo y tampoco estaba inscrita en un programa académico. Este programa beneficia a personas de entre 18 y 29 años de edad, vinculándoles a centros de trabajo privados o públicos y de todos los tamaños, desde pequeños talleres o negocios de barrio hasta grandes empresas u organizaciones sociales, donde reciben capacitación laboral durante un año. Esto funciona como motor motivacional, abre puertas, genera contactos que contribuirán a la construcción de un futuro mejor, con más oportunidades.
Cada mes, los jóvenes que participan de JCF reciben una beca que equivale al salario mínimo general, con el objetivo de eliminar las desigualdades y los problemas estructurales vinculados a la juventud.
¿Cuáles son las expectativas del programa para el 2022?
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) estima que el próximo año ingresarán 339,547 aprendices a Jóvenes Construyendo el Futuro. A esa cifra se sumará a las 2 millones 105, 696 personas que ya han recibido una beca y capacitación laboral, con lo cual la dependencia llegará a la meta de cobertura sexenal de 2.3 millones de becarios que se fijó al inicio del programa en 2019, lo cual demuestra la necesidad latente que cubre este programa y las grandes expectativas que se tienen de él.
A su vez, en una reciente conferencia de prensa, el subsecretario de Empleo y Productividad Laboral de la STPS, informó las proyecciones de ingreso para 2022 y recordó que el monto de la beca mensual incrementará de 4,310 a 5,258 pesos a partir de enero.
También se señaló que este programa tiene una inversión sin igual por la juventud, por lo que es una gran apuesta y un plan único en América Latina. Tal es así que durante los tres primeros años de operación del programa insignia de la dependencia, el gobierno federal le ha destinado 67,558 millones de pesos.
Y siguiendo esta línea, para el 2022 la bolsa presupuestal será de 21,600 millones de pesos.
¿En qué entidades se concentran la mayoría de los beneficiarios?
En 2021, en Chiapas se dio una gran participación del programa por parte de beneficiarios y beneficiarias donde se registraron 101,231 aprendices. En un segundo lugar está Veracruz, con más de 96,000 jóvenes y más 1.9 millones de pesos invertidos para sus becas y gastos operativos. Por último, Tabasco resultó ser la tercera entidad con más becarias y becarios inscritos, este año participaron 86,706 personas, con un presupuesto de más de 1.5 millones de pesos.
A partir del estudio, el efecto del programa Jóvenes Construyendo el Futuro durante la pandemia, realizado por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), quedó demostrado que los jóvenes tienen 46.2% de tasa de colocación. Es decir, que logran la posibilidad de conseguir un empleo participando en el programa. Esto es el doble de la tasa para jóvenes que no participan en este esquema, lo que refleja el gran impacto de JCF y en el que cada vez más jóvenes confían para armarse de un futuro con más y mejores posibilidades.
Abriendo las posibilidades para nuevos jóvenes, se contribuye a que este sector pueda ingresar también al mercado de trabajo y al sistema financiero. En este sentido, será muy importante también la inclusión y educación financiera para que a su vez, todos los jóvenes tengan la capacidad de tomar las decisiones frente al uso de su dinero y sean parte del crecimiento de la economía del país.