La intermediación financiera es la función que desarrollan algunas entidades e instituciones cuando actúan de mediadoras entre dos partes que están llevando a cabo un acuerdo financiero, como pueden ser un prestamista y un prestatario. Estas están habilitadas legalmente para actuar entre ambas partes y, a cambio de ejercer este rol mediador, se llevan una comisión, que suele ser un porcentaje del total de dinero que implica la operación.
Intermediación bancaria
Una de las diferencias principales entre las fintech y los bancos tradicionales es que estos últimos pueden ejercer este rol de intermediario entre dos partes. La operación más habitual donde los bancos hacen esto, y la más rentable para el sistema bancario, es al captar depósitos de los usuarios y ofrecerlas una tasa de interés a cambio de que dejen esos depósitos dentro del banco por un determinado tiempo, mientras que el banco presta ese dinero a otros usuarios y recibe un interés aún mayor al actuar como prestamista. En otras palabras, los bancos prestan el dinero de algunos usuarios a otros usuarios, pagándoles un interés a los primeros y cobrándole otro interés a los segundos.
También, otros bancos ofrecen la posibilidad de enviar dinero a personas físicas que se encuentran en otros países y, nuevamente, cobran un porcentaje del dinero enviado como comisión. Entre otras operaciones donde estas instituciones actúan de intermediarias.
Las fintech, no tan cerca de la intermediación
Las fintech son empresas que utilizan las nuevas tecnologías para brindar servicios financieros adaptados a las necesidades de cada usuario. La digitalización y la adopción de la tecnología para prácticamente todas nuestras actividades cotidianas han derivado en un cambio de hábitos de la sociedad. Surgieron nuevos jugadores en el ecosistema financiero que buscan brindarnos soluciones, las fintech. Entre los objetivos de estas empresas se destaca:
- Añadir valor a los servicios financieros existentes.
- Posicionarse como servicios financieros novedosos.
- Simplificar procesos que requieren muchos intermediarios y burocracia.
- Lograr una mayor eficiencia a nivel de costos.
- Aumentar los índices de inclusión financiera.
- Ofrecer mejores soluciones a los usuarios gracias a las posibilidades de la tecnología.
A grandes rasgos, entre las empresas fintech se encuentran: billeteras digitales gratuitas, marketplaces de productos financieros (como Alprestamo), plataformas de fondos comunes de inversión y brokers de criptomonedas.
Al marcar un cambio de paradigma, las fintech, de alguna manera, han obligado a los bancos a digitalizarse más aún y a perfeccionar sus servicios, ya que ahora compiten contra estos nuevos actores.
De todas formas, la banca tradicional aún cuenta con un mayor respaldo jurídico detrás y con siglos de historia. Esto hace que los bancos puedan actuar como intermediarios financieros en mayor medida mientras que las fintech, sin este poder, brindan servicios en pos de lograr una mayor inclusión financiera casi siempre sin cobrar nada a cambio.