Llevar tus finanzas personales de manera organizada es la clave para mejorar el rendimiento de tu dinero. Sin embargo, la mayoría de los mexicanos caen en errores comunes pero muy fáciles de evitar si se pone más atención y planificación. Gastar en la justa medida, priorizar el ahorro y la inversión y no endeudarse innecesariamente, pueden ayudarte a vivir tus finanzas de una manera sana y con menos preocupaciones.
¿Cuáles son los errores más comunes?
El principal error es no llevar un registro de las finanzas personales, es decir, de los ingresos, gastos y del ahorro. Parece inofensivos, pero la verdad es que no tener este hábito, pueden afectar seriamente tu cartera. ¿Por qué? Porque no registrar cada gasto que hacemos, nos lleva a gastar sin control y puede impedir que alcancemos nuestros objetivos financieros de corto, mediano o largo plazo.
Otro error muy común es no comparar los diferentes productos y servicios que se ofrecen en el mercado antes de comprar. Si tan solo nos tomaramos un tiempo para comparar distintas marcas y precios, las compras podrían ser más inteligentes.
También podríamos hablar largo y tendido sobre los gastos con tarjeta de crédito. Los gastos con tarjetas de crédito muchas veces generan intereses. Quizá en el momento de pagar, la tasa de interés no es un valor significativo, pero si se juntan todos los intereses de todas las cuentas, de seguro que tendrá un gran significado.
Otro tema relacionado a la tarjeta de crédito es las suscripciones a distintos servicios como Netflix, Spotify, Apple, Google Drive… Innumerables suscripciones digitales que a veces pueden salirse de control.
Consejos para evitar los errores financieros más frecuentes
Pero… ¡No te preocupes! Tenemos algunos consejos que pueden servirte para evitar malgastar tu dinero, no caer en los típicos errores y para ayudarte a hacer rendir mejor tus ingresos:
- Registrar y anotar ingresos, gastos y ahorros. Esto te ayudará a elaborar un presupuesto y a mantener el control. Podrás detectar dónde hay una oportunidad de ajuste y en qué rubro quizá tengas algún gasto superfluo.
- Poner una meta financiera: es un medio para ir desde tu estado actual hacia uno deseado. Si la meta se aleja mucho de tu realidad económica, quizá puedas incursionar en formas de ganar dinero extra.
- Ahorrar antes de comenzar a gastar: puede sonar bastante contraintuitivo, porque la mayoría de la gente, ahorra la porción de su sueldo que no gastó en el mes. Pero te proponemos hacerlo inversamente. Una vez que tengas en claro más o menos cuánto dinero necesitas por mes, resta esa cantidad de tu ingreso total y el resultado se ahorra. De está manera, podrás planificar mucho mejor tus gastos, y te asegurarás una parte de tu sueldo para ahorrar.
- Revisar las suscripciones en las tarjetas de crédito: como mencionamos antes, haciendo un análisis minucioso de las suscripciones en tus tarjetas de crédito, seguramente encontrarás alguna aplicación que ya no usas o alguna suscripción que se puede cancelar.
- No tomar deuda innecesaria: aquí tenemos un punto que puede ser muy discutido. ¿Qué es lo necesario? En el fondo, eso lo sabe cada uno. La cuestión importante es que antes de tomar una deuda o sacar un préstamo, debes hacerte la pregunta consciente de si el gasto es absolutamente necesario o puede cubrirse de otra manera.
- Invertir tus ahorros: un típico error es dejar los ahorros debajo del colchón o en la casa. Más hoy en día, que existe la inflación en varios países del mundo. El problema es que la mayoría, no tiene los conocimientos necesarios para invertir y eso causa desconfianza con el mundo financiero de inversiones. La recomendación que te podemos hacer es que busques asesoramiento, ya que invertir sin asesorarse también es un error.
Llevar registro claro y conciso de ingresos y gastos, te ayudará a poder planificar. Y la organización es la clave del éxito. Además, podrás ahorrar más y hacer rendir mejor tu dinero. Los errores financieros pueden costar caro, y evitarlos puede significar un gran ahorro. Es cuestión de poner atención y cabeza a las finanzas personales y familiares, para romper un círculo vicioso y tomar las riendas de la organización de tu economía.