Luego de que Chile redujera su jornada laboral hace algunos días, frenamos a reflexionar acerca de la posibilidad de aplicar esta misma tendencia en la Argentina, al igual que en otros países de Latinoamérica.
En México, por ejemplo, el senador Ricardo Velásquez hace algunos meses, propuso reducir la jornada laboral de ocho a seis horas diarias. Y en la Argentina, tres empresas ya implementaron la reducción a cuatro días laborales en vez de cinco.
En el caso de Chile, el Parlamento chileno aprobó la reducción de las jornadas laborales de 45 a 40 horas semanales. Sin embargo, en el caso de Argentina, por ejemplo, la jornada laboral semanal ya es de 40 horas, por lo que podría decirse que recién ahora ambos países están en igualdad de condiciones en términos de horas trabajadas semanalmente.
A su vez, según estudios recientes realizados por un reconocido portal de empleos, son alrededor del 88% los especialistas en recursos humanos argentinos que creen que la tendencia a futuro apunta a una reducción de las jornadas laborales, principalmente, porque las estadísticas a nivel mundial demuestran que la cantidad de horas trabajadas no necesariamente garantizan mayor productividad. A su vez, un 91% de especialistas peruanos creen lo mismo.
Según datos del Índice Global de Productividad Laboral de la Economía, la productividad en México, por ejemplo, llegó a los 95.4 puntos por hora trabajada en 2021. Este número refleja un descenso anual del 6.4%, el nivel más bajo en los últimos 12 años.
A nivel regional, un 67% de los especialistas en RRHH creen que sería posible implementar esta reducción en los países latinoamericanos.
Sin embargo, hay diferencias en la aplicación de la norma: mientras que un 52% seleccionó la opción de reducir las horas diarias de trabajo, un 48% eligió la alternativa de pasar de cinco días laborables a cuatro.
¿Qué está pasando en Argentina?
En Argentina, por ahora son tres las empresas que dieron a sus empleados la posibilidad de trabajar cuatro días de la semana en vez de cinco.
Se trata de tres organizaciones de tecnología (la multinacional Ricoh, la pyme Global Think Technology y Midas, una empresa de software) que se sumaron a la tendencia de la reducción de jornadas laborales presente alrededor del mundo, particularmente en Estados Unidos, y que ha dado buenos resultados en términos de productividad laboral.
Por ejemplo, en el caso de Microsoft, tras una prueba con 2.300 trabajadores en Japón, la productividad de estos empleados aumentó en un 40% gracias a la reducción de la jornada laboral de cinco a cuatro días semanales.
Sin embargo, parece ser que todavía falta para que sean muchas más las empresas y corporaciones que elijan aplicar este tipo de medidas y prácticas a sus políticas empresariales: a pesar de que el 62% de los especialistas en RRHH aseguran que es posible implementar la reducción de la jornada laboral en Argentina, solo un 7% tiene pensado hacerlo en el corto plazo.
Esto se debe, principalmente, a que se necesita un cambio dentro de la cultura organizacional de las empresas que asegure a los empleadores que la reducción de las jornadas laborales será beneficioso para los objetivos macro de la empresa.