En Argentina, más de un millón de niños y adolescentes se saltea una comida por día como consecuencia de la insuficiencia de ingresos en el hogar en el que viven. Esta situación también se da en alrededor de 3 millones de adultos.
Además, según una nueva encuesta realizada por UNICEF Argentina, la inestabilidad laboral y la falta de ingresos de los hogares argentinos generó que uno de cada tres hogares no pueda cubrir sus gastos corrientes.
En consecuencia, también generó una reducción del consumo de ciertos alimentos. Entre ellos, bajó un 67% el consumo de carnes; y un 40% el consumo de verduras, frutas y lácteos.
¿Por qué suben los precios de los alimentos?
Según la FAO, el promedio de precios de los alimentos más consumidos a nivel global es el más alto desde 2011.
Es por eso, que en los países con mayor inflación e inestabilidad económica como es el caso de la Argentina, baje el consumo de ciertos alimentos más caros para los bolsillos de las familias más vulnerables (que suelen ser los más saludables, entre ellos, carnes magras, verduras y frutas).
El aumento de precios a nivel mundial se debe principalmente al encarecimiento del valor de los fertilizantes y de la energía utilizada para la mega producción que, en consecuencia, eleva los costos para los productores y repercute finalmente en el precio de los productos que pagan los consumidores.
Impacto en la salud y la educación
Como hemos mencionado en otros artículos, la economía de un país tiene un impacto directo en la vida de los ciudadanos. Según el relevamiento de UNICEF Argentina, no solo la inestabilidad económica está afectando el consumo de alimentos de las familias más vulnerables; sino también la educación y el acceso a la salud.
El 50% de los hogares encuestados no puede solventar gastos escolares de niños y adolescentes que asisten a la escuela; y uno de cada cuatro dejaron de ir al médico o al odontólogo, mientras que casi un 20% suspendió la compra de medicamentos por falta de dinero.
¿Cómo enfrentan las familias argentinas el aumento de precios?
La encuesta también relevó que más de un 30% de los hogares tuvo que recurrir a ahorros o al pedido de dinero a familiares para poder afrontar necesidades básicas de la vida cotidiana. Además, el 20% de hogares solicitó un crédito bancario o préstamo informal.
Según Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social de UNICEF Argentina, los resultados de esta última encuesta relevan un “declive de la clase media, donde la insuficiencia de ingresos” genera la necesidad de las familias de gastar ahorros o generar deuda “para mantener las condiciones de vida mínimas”.
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