Cómo armar un presupuesto

¿Cómo hacer un presupuesto financiero personal y para qué sirve?

Un elemento fundamental que toda persona debería saber hacer es un presupuesto para que las economías familiares y finanzas personales sean saludables. En el siguiente artículo te contamos cómo hacerlo y los beneficios que trae su utilización.

Cuántas veces habremos escuchado la frase “no llego a fin de mes”, “me cuesta mucho organizarme con el dinero” o “no me queda resto para darme gustos”; todas estas frases devienen de un problema central: el manejo del presupuesto.

Para comprender esta problemática y ver cómo solucionarla, lo primero que hay que hacer es entender qué es el presupuesto, para qué sirve y qué beneficios nos puede traer.

Para tener en orden las finanzas personales, es fundamental saber cuál es la mejor forma de hacer presupuesto.

¿Qué es el presupuesto?

En economía, un presupuesto hace referencia a la cantidad de dinero que se necesita para afrontar cierto número de gastos necesarios para realizar un proyecto deseado. En este sentido, se puede definir como una cifra anticipada que estima el coste que va a suponer la realización de dicho objetivo.

En otras palabras, un presupuesto denota de una manera cuantificable, cómo vamos a administrar nuestros ingresos y gastos. Contar con un presupuesto brinda la posibilidad de organizar y planificar cómo vamos a usar nuestro capital y también nos ayuda a adquirir la disciplina y el control necesario para cumplir las obligaciones y alcanzar nuestros objetivos. Todo esto, durante una determinada cantidad de tiempo (semanal, quincenal, mensual o anual).

En relación a los tiempos, el presupuesto puede ir variando, por lo que necesita de controles y actualizaciones constantes. Es decir, que es muy probable que haya momentos en los que se deba actualizar nuestro presupuesto a medida que cambia el contexto. 

Contar con un presupuesto y ser consciente del mismo, es clave para una buena organización y finanzas saludables.

¿Cuáles son sus principales funciones?

Entre sus funciones principales, se encuentran:

  • El control financiero, el control de gastos, la planificación económica y financiera, así como la reducción de riesgos.
  • Debe ser adaptable y flexible, ya que como dijimos previamente, el entorno puede cambiar.
  • Los presupuestos son periódicos. Es decir, se elaboran para un periodo de tiempo determinado. Este punto puede llegar a ser beneficioso para ciertas personas ya que pueden contribuir al orden y al cumplimiento del mismo.
  • Podemos elaborar presupuestos para controlar nuestras finanzas domésticas, por ejemplo. De la misma forma que los Estados elaboran presupuestos para controlar las finanzas públicas. También se tienen en cuenta en el ámbito laboral, por lo que este variará de acuerdo a su objetivo.

¿Cómo hacer un presupuesto en simples pasos?

Paso 1: Tener en claro y calcular nuestros ingresos

El primer paso para hacer un presupuesto financiero personal es calcular, con la mayor precisión posible, cuánta plata nos ingresa, es decir cuál es el monto total real con el que contamos. De esta manera vamos a saber con qué cantidad de plata contamos durante un período de tiempo determinado. Probablemente el principal ingreso sea el sueldo o jornal, aunque también se puede contar con algún bono extra (como el aguinaldo), premio o contraprestación.

Si los ingresos no fueran fijos o estables, lo mejor es considerar o estimar un monto mínimo y un monto máximo probable que vayamos a ganar durante ese tiempo.

Paso 2: Conocer nuestros gastos

En una segunda etapa, tenemos todos los egresos de dinero. Es decir que, la segunda parte de nuestro presupuesto financiero personal estará integrada por todas las salidas de plata que tengamos; osea, todos los gastos. Es importante tener registro de todos los egresos, por más pequeños que sean, ya que todo suma y afecta al resultado final. En resumen: todo debe estar presupuestado. 

En términos de gastos, estos pueden ser variables y fijos. Los gastos fijos son aquellos que sabemos que efectivamente van a suceder, los que “estamos obligados” a pagar todos los meses y no podemos hacer grandes cambios. Estos pueden ser el alquiler, los gastos de transporte, la comida, los servicios, los impuestos, entre otros.

En cambio, los gastos variables son los que pueden ir cambiando según el contexto o la etapa del año, como la compra vestimenta, libros, regalos o salidas.

Saber cuáles son los gastos fijos y los variables nos va a permitir organizarnos y planificar los gastos de forma inteligente. Sobre todo, habrá que tener en cuenta, los gastos variables que son los que pueden modificarse y pueden ocasionar algún desajuste o desestabilidad en nuestras economías. Entonces es ahí donde podemos hacer cambios o ajustes en el presupuesto financiero.

Paso 3: Restar ingresos con gastos

El tercer paso del presupuesto financiero personal es restarle a los ingresos todos los gastos. Haciendo esto, tendremos un panorama real de si el presupuesto está bien hecho o si gastamos más de lo que nos ingresa.

Si el resultado del cálculo es positivo, quiere decir que hay un excedente y es un indicativo de que tenemos poder de ahorro. En este caso, siempre es mejor empezar el mes separando un porcentaje total de nuestros ingresos para ahorrar, en vez de quedarnos con “lo que sobra” a fin de mes. Esto contribuirá a mejorar nuestra capacidad de ahorro y a poder fijarnos objetivos de ahorro cada vez más desafiantes al principio del armado de nuestro presupuesto. 

Por otro lado, si el resultado es negativo, esto da cuenta que hay una falta de recursos y que estamos gastando más de lo que ingresa. Este es un llamado de atención para analizar los gastos que tenemos y cuidarlos más. En esta situación debemos identificar claramente cuáles son aquellos gastos innecesarios y que de manera constante, incluso imperceptible, van disminuyendo el ingreso personal. Es por eso que al principio decíamos de tener todo registrado, para poder mejorar este tipo de situaciones.

Al momento de querer recortar alguno de nuestros gastos, lo importante es analizar si los mismos son o no necesarios en ese momento o mismo, qué otras opciones podemos encontrar para abaratar el gasto.

Ahora que tenés toda esta información, es momento de ponerla en práctica y mejorar tus finanzas personales.

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